Cinco principios para llevar tu equipo comercial al siguiente nivel. Artículo 2. Principio 1.

Nada cambia si el líder no cambia.

Partamos de una premisa: ser líder hoy es tremendamente más complejo que años atrás. El mundo evoluciona a una velocidad vertiginosa y las distancias entre generaciones se acortan de manera que hoy en día en un equipo se puede reunir bajo un mismo mando baby boomers, generación X, millennials, generación Z, y todos sabemos lo dispar que puede ser su visión del mundo y del trabajo.

En este contexto hay directivos que todavía operan bajo el paradigma de que liderar un equipo es como manejar una bicicleta que no tiene inercia: “si dejas de pedalear se cae”. La energía se consume en dos actividades principales: resolver problemas (apagar fuegos), y empujar constantemente para que el equipo ejecute lo que debería suceder de una manera responsable. Llamemos a esto el paradigma “reactivo” o “jugar a no perder”. En este paradigma los problemas no dejan de aparecer y el compromiso no acaba de llegar y después de un tiempo operando desde este lugar, se acaba dando por sentado que ejercer de líder resulta inexcusablemente en el desgaste diario, que también nos llevamos a casa.

Existe un paradigma desde el cual un líder aspira a que su equipo lo siga, no por la paga a final de mes, sino porque se siente inspirado. Vamos a llamarlo paradigma “creativo” o “jugar a ganar”.  Si el manager está dispuesto a trabajar en su liderazgo no sólo se convierte en mejor líder, sino que crece como ser humano e impacta en su vida en todos sus ángulos (trabajo, salud, relaciones, …). 

Pero ¿qué distingue a un líder creativo? Son diversas las competencias que pone en juego, aunque yo quisiera mencionar tres ingredientes que para mí son la base para un salto cuántico en el liderazgo:

a) Propósito: todos los seres humanos tenemos un propósito, un para qué, y cuando el líder lo descubre hace que su mercado, sus equipos y su organización crezcan de una manera saludable y sustentable. Trae una mirada más completa y estratégica a su función como líder.

b) Visión: tener una clara imagen final de lo que quiero construir es la base para crear lo que valoro en lugar de reaccionar a lo que tengo. Muchos líderes bajo el paradigma reactivo están tan ocupados resolviendo el día a día que afirman no tener tiempo para visionar el futuro y trazar un camino. Cómo señaló Stephen Covey, es como decir que “estoy tan ocupado manejando que no tengo tiempo para detenerme a poner gasolina”.

c) Coraje: atreverse a tomar decisiones valientes inspiradas en tu propósito y tu visión requiere tener el coraje de elegir lo correcto por encima de lo que es más cómodo o me castiga menos a corto plazo. Trae consigo la valentía de poner sobre la mesa conversaciones difíciles y ser congruente.

Si quieres conocer más acerca de cómo construir un equipo comercial de alto rendimiento, lee “Los cinco principios para llevar a tu equipo al siguiente nivel” y contáctanos.

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